Sexo antes de las competiciones, ¿debe prohibirse?

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Llegar a ser un deportista profesional de alto nivel no es ni mucho menos sencillo. Se requieren años de preparación y entrenamiento, mucha constancia, y también, por qué no decirlo, un poco de suerte. Son muchos los jóvenes que aspiraban a convertirse en estrellas del deporte y que por una u otra razón, se quedaron a medio camino. Tal vez por las lesiones, o por no tener una preparación psicológica adecuada, ya que el físico, en este caso, no es lo único importante. Otros muchos entendieron que la vida que iban a tener, al menos durante los mejores años de juventud, sería demasiado prohibitiva. Madrugones, entrenamientos diarios, quedarse sin salir los fines de semana… Sacrificios que no estaban dispuestos a llevar a cabo durante tantos años seguidos, incluso con la promesa de convertirse en estrellas. Otros tantos aseguraban que lo peor de estar a alto nivel deportivo era la abstinencia sexual antes de las pruebas.

Este concepto, que se ha popularizado en estas últimas décadas, no es precisamente nuevo, y hunde sus raíces en las tradiciones más antiguas. Tanto en Grecia como en Roma se consideraba que los deportistas no debían mantener relaciones sexuales antes de una prueba importante, ya que esto bajaba su rendimiento. Evidentemente, en aquellos tiempos la ciencia no podía dar una explicación real a ese fenómeno, así que el rumor se extendió tanto que ha llegado a nuestros días. Ahora, convertido en una verdad casi indiscutible, son muchos los preparadores y entrenadores que prohíben expresamente a sus pupilos el mantener relaciones antes de los partidos o las pruebas deportivas. Lo hacen incluso a través de concentraciones especiales, para mantenerlos alejados de las “tentaciones”. Y es que son jóvenes, ricos y famosos, y lo tienen muy fácil si quieren disfrutar de una noche loca de sexo. Si no fuera porque su rendimiento, al día siguiente sería nefasto… ¿o tal vez no? ¿Qué hay de realidad en todo ese concepto que relaciona el sexo y el bajo rendimiento deportivo? En este artículo vamos a intentar desentrañar este misterio, a través de la ciencia y la experiencia.

El sexo y el deporte

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Para un deportista profesional no hay nada más importante que la competición. Son personas ambiciosas que han logrado llegar tan lejos en su trabajo gracias precisamente a esa concentración, a poner todas sus fuerzas en conseguir sus objetivos. La constancia y la preparación son indispensables para cualquier deportista, que además entiende que el más mínimo cambio en su rutina habitual puede afectar de forma terrible a su rendimiento. Y si creces con la idea de que tener sexo la noche antes de un partido va a tirar por los suelos el trabajo realizado durante toda la semana, seguramente decidas abstenerte de tener esa relación. Así lo han hecho muchos deportistas, durante siglos, porque estaban completamente seguros de que su rendimiento dependía también de este tipo de factores.

Como apuntábamos arriba, todo tiene su origen en las culturas más antiguas, que dotaban de una especie de halo especial al semen masculino. En Grecia y Roma se pensaba que la retención de este fluido aportaba mayor fuerza, resistencia y vigorosidad a los hombres, tres cualidades perfectas para cualquier prueba física. Era como si al eyacular perdiéramos todo ese potencial, algo a evitar por completo. Tanto éxito tuvo aquella teoría que ha llegado hasta nuestros días prácticamente inalterable, y todavía son muchos los que consideran que es real. Las investigaciones científicas, sin embargo, apuntan a otra cosa. No se ha podido demostrar que tener relaciones antes de una prueba deportiva baje el rendimiento físico. De hecho, puede funcionar al contrario, ayudándonos mentalmente.

Las concentraciones deportivas

Desde siempre, los deportistas han tenido que concentrarse en momentos previos a los partidos importantes o competiciones que están lejos de su hogar. En los partidos de casa es habitual que vayan y vengan al estadio el mismo día, pero cuando toca irse fuera, la concentración puede durar incluso varias semanas. Algunos técnicos entienden que ese “refugio” es perfecto para que los deportistas tengan la mente libre de otras preocupaciones, y se concentren solo en entrenar y hacerlo lo mejor posible en los partidos y pruebas que tengan. Pero las concentraciones también sirven para alejarles de las tentaciones, como las fiestas o el sexo. Especialmente este último se ha prohibido en muchas ocasiones por parte de los técnicos y entrenadores, en las concentraciones previas a competiciones de muy alto nivel.

¿Deben prohibirse las relaciones antes de los partidos?

Cuando los jugadores están concentrados es fácil controlar lo que hacen, ya que normalmente este tipo de concentraciones se llevan a cabo en hoteles y resorts. Hay una hora para comer, otra para entrenar y otra para irse a dormir, y todos deben cumplir esos horarios. Se trata de disciplina, y de buscar el mayor rendimiento posible para los eventos importantes. Sin embargo, hay entrenadores que llegan mucho más allá e imponente abstinencia a sus deportistas, al menos en la previa a los grandes eventos. Es como prohibirle tener relaciones con su pareja, algo que evidentemente, va mucho más allá de la faceta profesional del deportista. Algunos siguen considerando esto como un pequeño sacrificio para obtener el mejor rendimiento posible, pero está claro que la ciencia no ha dado una respuesta clara. Es simplemente una idea que viene de lejos, y que muchos todavía tienen en la cabeza.

Muchos deportistas se saltan la prohibición con prostitutas

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Esto ha hecho que muchos deportistas de alto nivel hayan decidido, siempre que puedan, saltarse esa prohibición. Hay casos muy conocidos, como los de Pelé o Ronaldo, que aseguraban que tener sexo les venía bien para su rendimiento, ya que podían jugar mejor con la mente despejada. Muhamed Ali, por su parte, reconocía que se pasaba seis semanas sin sexo antes de cualquier combate, para mantener su fuerza y su vigorosidad. Y es que la idea de que al eyacular perdemos parte de esa testosterona que nos ayuda a ser más fuertes no es falsa del todo. Hay un pequeño bajón en los niveles hormonales después del sexo, pero estos se recuperan muy rápidamente, y desde luego, de sobra para una competición que tiene lugar al día siguiente.

Cada cierto tiempo aparecen en la prensa los casos de algunos deportistas que han sido descubiertos con chicos o chicas en sus habitaciones. Esto, más allá del escándalo mediático, se toma como una falta de profesionalidad. Los jugadores deben estar concentrados en el partido o en la prueba que tengan que llevar a cabo. No deben pensar en el sexo. Y sin embargo, más allá de ser estrellas deportivas, también son personas de carne y hueso. Tienen deseos y necesidades, y muchos de ellos, siendo jóvenes, sufren por no poder saciarlas en su momento. Un famoso entrenador de la NFL llegó a afirmar que el problema no era tener sexo antes de un partido, sino llevarte toda la noche en vela, sin descansar, por no poder tenerlo. Es ahí donde está el quid de la cuestión. El esfuerzo que se realiza en el sexo no tiene porqué ser tan intenso, pero el no dormir bien o vernos afectados por la abstinencia sí que puede ser fatal para nuestro rendimiento.